martes, 28 de febrero de 2012

"Llegarás a viejo, y antes de lo que te imaginas"


Voy a contar una coincidencia y una anécdota un tanto sorprendentes.

 Estaba leyendo el artículo Descanso sin bajarme del caballo en el blog de José Antonio Montano. El aprendiz al sol: http://joseantoniomontano.blogspot.com/2012/02/descanso-sin-bajarme-del-caballo.html
"Lo encontré tras un recital memorable que Álvarez dio en Málaga, en el único bar civilizado que hemos tenido: El Cantor de Jazz. Museo de cera..."


Yo estuve también en ese recital. Fué memorable, en efecto, al igual que el libro de Álvarez. Era además un hombre tranquilo y accesible, pese a su celebridad (toda la que pueda tener un poeta).

Montano remite en su artículo al blog de Antonio Báez donde se se describe el ambiénte de la coctelería El Cantor de Jazz: http://cuentosdebarro.blogspot.com/2008/04/sociedad-literaria.html

"Miguel Hernández Torralbo (...) fue el dueño de El Cantor de Jazz, el pub que, durante la década de los ochenta y parte de los noventa, fue lugar de reunión de la vida literaria y artística: casi todos los actos que se celebraban en la ciudad (lecturas poéticas, conciertos, exposiciones) tenían su epílogo en la penumbra del Cantor; casi todos los escritores que pasaban por Málaga terminaban la noche -en conversación con los amigos malagueños- con un cóctel de Miguel en los labios."

En aquel encuentro entre José María Alvarez y Miguel Hernández Torralbo hubo una conversación notable, sobre todo al hilo de lo que luego sucedió:

Miguel Hernández Torralbo: Maestro, creo que no llegaré a viejo.
José María Álvarez:  Llegarás a viejo, y antes de lo que te imaginas.

Por lo que cuenta Antonio Báez en su blog, el joven poeta, dueño de El Cantor de Jazz, tenía razón.

Ya sabéis dónde podéis encontrarme: http://yogasala.blogspot.com